La técnica se mezcla con la espiritualidad del Cristo y de la figura de abajo, que representa a Gala orando.
Su elaboración me resultó bastante difícil, sobre todo a la hora de encuadrar el dibujo. Las tonalidades, los juegos de sombra y luz recuerdan a las figuras del barroco, aunque en este caso la composición corresponde a la imaginación de Dalí en su surrealismo.
Si observamos otras obras de Dalí nos podemos dar cuenta de su genialidad. En esta dirección hay algo sobre su vida y obra: